En este caso el nombre hace justicia a su presencia, puesto que es el más común de todos los gorriones, también en Villarmentero.
Los machos y las hembras son bastante diferentes, mientras que las hembras tiene un color marrón claro sin prácticamente ninguna marca destacable, los machos tienen un cogote gris que continua con una mancha pardo oscura en la nuca, además tiene una "barba" larga negra, como su pico, que destaca frente a su mejilla blanca.
Los jóvenes son similares a las hembras, distinguiéndose de estas por sus "boqueras" más marcadas en las comisuras del pico y su plumaje con algún resto de plumón.
Si son machos, poco a poco van adquiriendo el plumaje de adulto, lo que se nota por su color más apagado.
Su ancho y fuerte pico presagia que se alimenta sobretodo de granos, pero lo cierto es que es omnivoro, lo mismo le da un buen trozo de pan, como se ha visto en las imágenes anteriores, que un insecto despistado, como en esta foto hecha junto a la carretera que atraviesa Villarmentero:
Mientras que el gorrión molinero prefiere los espacios más abiertos y menos frecuentados por el hombre, el común se decanta precisamente por esas zonas. Es un buen conocedor de los tejados y las tapias, donde aprovecha los huecos para hacer sus nidos.
Es un pájaro que se adapta muy bien a cualquier entorno y lo puebla con facilidad, de hecho parece que colonizó Norte América por la reproducción de unas pocas parejas que soltaron en el Central Park de Nueva York a mediados del Siglo IXX. Pero, pero... ahora parece que sus censos están disminuyendo mucho y precisamente la Sociedad Española de Ornitología (SEO) lo declaró el Ave del año en 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario