Es, sin duda alguna, el pájaro más numeroso de los campos de Villarmentero de Esgueva y posiblemente de todos los campos de Castilla. Es imposible salir a dar un paseo y no verlo, posado o cantando en una rama, en un cable de la luz, en unas hierbas, da igual es omnipresente a campo abierto.
También se lo denomina Escribano Triguero, por ser taxanomicamente cercano a la familia de los escribanos.
Tiene un plumaje muy poco llamativo, similar al de los gorriones hembra, pero destaca por su robustez y su bigotera blanquinegra.
Pico muy poderoso, con una especie de diente picudo, a modo de colmillo, en mitad del mismo, lo que le permite romper la cascara o envoltura de casi cualquier tipo de semilla.
Normalmente la cola es estrecha y escotada pero en ocasiones forma un pequeño abanico.
Se distingue muy bien cuando canta en vuelo, ya que tiene un aleteo repetitivo con las patas colgando.
Es bastante confiado, se posa muy cerca de los caminos y no se asusta con facilidad de la presencia humana, incluso si se siente observado, esta en alerta pero no levanta el vuelo y se deja acercar.
Prefiere los espacios abiertos, no le gustan los bosques o bosquetes, por eso esta muy asociado a todo tipo cultivos.
- Como la cebada:
- La colza, ya sea en su periodo de floración o en plena formación de la silicua (vaina):
Eso no quita para que en bastantes ocasiones, se pose en arboles y arbustos aislados, como en la rama de un viejo almendro de las viñas:
- O en una aulaga florida de cualquier ladera que limita el valle, para efectuar su canto:
- Posado, también, en uno de los numerosos escaramujos (Rosa canina) que hay en Villarmentero:
- En un pino de la fuente de Las Raposeras:
- En una chopo junto al río Esgueva, sin que el frio del crudo invierno lo amedrente:
- Descansando en un cardo borriquero:
- Y por ultimo en una encina, de las muchas que hay en el Monte del Doctor:
En el páramo cuando sopla el viento y hace frío, he observado en varias ocasiones que el triguero esponja sus plumas para guarnecerse.
Una de las características mas destacadas de su comportamiento se sitúa en la fase reproductiva, ya que el macho es polígamo, llegando a tener una harem de hasta seis hembras.
En invierno se reúne en en bandadas muy numerosas, que suelen posarse en arboles, arbustos y cableado de luz y teléfono.
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