Su presencia en Villarmentero, ocasional, demuestra el éxito de las repoblaciones de pinos efectuadas en laderas y barcos del municipio, seguramente aumentará su número cuando los bosques maduren y haya más oquedades y tocones, que es donde suele anidar.
Como indica su nombre, la cresta o capucha es su rasgo más característico, incluso a contraluz es inconfundible, como se puede ver en la siguiente imagen.
Precisamente esa cresta o moño blanquinegro, la convierten en una de las aves más bellas de nuestro pinares, pese a tener unos colores menos llamativos y más pálidos que otros paros, como herrerillos o carboneros. Precisamente con estos últimos forma grupos, sobre todo en invierno, realizando acrobacias y engullendo insectos, siendo unos magníficos plaguicidas.
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